La ciencia en pro de los gorilas
Cuando ya lo monos, los tigres, los osos, los leones, los delfines, las águilas y otros animales eran conocidos, los gorilas apenas comenzaban a sobresalir entre los primates. Por mucho tiempo su existencia estuvo relegada a las historias que algunos exploradores contaban, hasta que a mediados del siglo XIX se describió científicamente al gorila occidental (Gorilla gorilla).
Han pasado muchos años desde que los gorilas fueron descritos y aceptados como nuevas especies. El conocimiento que se tiene de ellos no es más que resultado de mucho trabajo de investigación. El acto de investigar implica buscar información para llegar a una verdad y se realiza mediante procedimientos rigurosos y controlados para evitar cualquier error. Sin embargo, la naturaleza es un ente cambiante y sumamente variado, que nunca deja de ser investigado. Si no fuera por todos los estudios elaborados a lo largo de muchos años, el hombre seguiría pensando que solo existe una especie.
Así era. Hoy en día se sabe que existen dos especies: gorila occidental (Gorilla gorilla) y gorila oriental (Gorilla beringei), y 4 subespecies: Gorilla gorilla gorilla, Gorilla gorilla diehli, Gorilla beringei beringei y Gorilla beringei graueri. Pero hace tiempo se consideraba la existencia de una especie y de tres subespecies: Gorilla gorilla gorilla, Gorilla gorilla graueri y Gorilla gorilla beringei. Apenas en 2001 se reordenó la taxonomía de estos primates, y gracias a estudios de ADN mitocondrial el género se dividió en dos especies y las subespecies mencionadas.
Aunque el gorila fue descrito en 1847 como Troglodytes gorilla, una de las primeras investigaciones científicas escritas sobre gorilas con base en trabajo de campo data de 1959. Se trata de la obra del experto George Schaller Beals, quien viajó hasta África Central para estudiar a los gorilas de montaña y posteriormente publicó dos importantes libros: The mountain gorilla: ecology and behavior (El gorila de montaña: ecología y comportamiento) en 1963 y The year of the gorila (El año del gorila) un año después. Como pionero en el campo, ayudó a deslegitimizar la creencia de que los gorilas son animales agresivos y muy primitivos, y dio la pauta para los trabajos posteriores.
Una de las investigadoras más famosas es Dian Fossey, una primatóloga que se enfocó al estudio de los gorilas desde 1963.
Una de las investigadoras más famosas es Dian Fossey, la primatóloga cuyo trabajo y destino fue plasmado en la pantalla grande en la película Gorilas en la niebla (Gorillas in the mist, 1988). Fossey comenzó su investigación enfocada en los gorilas de montaña en 1963, cuando viajó a África. A través de los años que duró su trabajo de campo ayudó a identificar varios grupos e individuos y logró que ellos se habituaran a su presencia. En 1967 fundó Karisoke Resarch Center, una institución de investigación y conservación de gorilas de montaña. Hay que considerar que cuando Dian Fossey la fundó, esta subespecie estaba justo al borde de la extinción y la caza furtiva era una práctica más que común.
La primatóloga, además de contribuir a la ciencia con los descubrimientos sobre el comportamiento y la ecología de los gorilas, apoyó incansablemente los esfuerzos para conservarlos. Pero un día fue encontrada muerta en su cabaña, presuntamente asesinada por oponentes de su trabajo.
El estudio de estos animales es una actividad que implica mucho esfuerzo y exige tiempo y paciencia. El acceso a su hábitat natural puede ser difícil, porque ellos suelen hallarse en áreas con mucha vegetación. Los investigadores han logrado superar muchos obstáculos y siguen adelante en busca de mayor información.
Una nueva subespecie, quizá
Durante los últimos años se ha pensado que puede existir una tercera subespecie de gorila oriental, que sería la población encontrada en el área del Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, en el suroeste de Uganda. Algunos científicos creen que los individuos de tal zona poseen características morfológicas, de comportamiento y de ecología ligeramente diferentes a las de los demás gorilas, pero la información aún no es suficiente para determinar que se trata de una nueva subespecie.
Pareciera que ya se sabe todo sobre los gorilas, pero no es así. Toda investigación es un recurso para conocerlos a profundidad y es probable que la información siga ampliándose a través del transcurso del tiempo.